Intervenciones con niños que no toman en cuenta las características de las escrituras para anticipar el sentido de algunas palabras

El ejemplo se enmarca en una secuencia didáctica de lectura y escritura en torno a un tema de estudio, incluida en el Diseño Curricular para la Escuela Primaria, edición 2019.

  • Secuencia completa: Aportes para el desarrollo curricular: 1° grado. Secuencia didáctica de lectura y escritura en torno a un tema de estudio (pp. 133 a 148)
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En esta clase en particular, los niños de una sala de 5 realizaban una búsqueda de información por sí mismos a través de la exploración y lectura de diversos materiales de la biblioteca relacionados con el tema de investigación (animales polares). Se transcribe a continuación un fragmento en el que puede observarse el trabajo de la docente con uno de los grupos, integrado en este caso por dos niños.



Docente: (observando el índice del libro que le muestran los niños). ¿En ninguno de estos dice “la ballena”?
Kevin: Sí, en este (señala una palabra que está cercana al dibujo de ballena que aparece en el índice).
Docente: En este está el dibujito (muestra el dibujo de la ballena que aparece al lado de la escritura que el alumno señaló). ¿Y dónde podrá decir “la ballena” en todos estos? (señalando todo el índice).
Kevin: Adonde está el dibujito, por acá (marca de manera poco definida las dos escrituras que están cercanas al dibujo: “El pulpo” y “El atún”).
Docente: (marcando “El pulpo” y “El atún”) ¿O sea que acá dice “la ballena” y acá dice “la ballena”?
Kevin: No, acá (señala “El atún” y lee, marcando con el dedo): “la-ba-lle-na”.
Marcos: No, porque empieza con la “b”.
(Los niños se acercan a un afiche de la pared que contiene dibujos y las correspondientes palabras escritas).
Marcos: La “be” de “barco” (marca el cartel correspondiente).
Docente: La de “barco”…
[…]
Docente: Fíjense acá. Me dijo que acá o acá (marca “El pulpo” y “El atún”) decía “la ballena”. ¿Dice “la ballena”?
Ambos niños: No.
Docente: ¿Por qué no?
Marcos: Porque tiene que empezar con la “be” (marca nuevamente la letra en el cartel de “barco”).
Kevin: Y tiene que terminar con la “a”.
Docente: Tiene que terminar con la “a”. Kevin, entonces, vos me dijiste que acá dice “la ballena”…
Marcos: No.
Docente: (dirigiéndose a Kevin) Porque vos me dijiste que acá está el dibujo. ¿Y? ¿Qué pasa entonces, Kevin?
Kevin: Acá (mira y señala “La ballena” en el índice. Marcos asiente).
Docente: ¿Acá? (señala “La ballena”).
(Los dos niños continúan señalando con el dedo “la ballena”.)
Kevin: Porque esta es la de “bonete” (marca la “b”). Porque acá está la “a” y acá está la de “bonete”. Por eso. (Marcos mueve el dedo de Kevin sobre ambas letras mientras él las dice. Kevin vuelve a señalar correctamente y lee). “La-ba-lle-na”.

En la situación de exploración para encontrar la palabra “ballena” en el índice, el primer niño solo tiene en cuenta la imagen y afirma que la escritura que está al lado dice “ballena” sin tomar en cuenta ninguna letra de la palabra. Justifica la elección diciendo: “Adonde está el dibujito...”. Como hay dos escrituras al lado del dibujo (“El pulpo” y “El atún”), la docente le pregunta si puede decir lo mismo en dos escrituras distintas. Es interesante remarcar que la maestra no refuta la elección del niño sino que la cuestiona con un argumento que el pequeño puede comprender. Ella sabe que el niño produce escrituras diferenciadas para palabras distintas en función de la hipótesis de variedad, razón por la cual es muy probable que aceptar que dos escrituras diferentes digan lo mismo lo conflictúe y lo ayude a descartar su afirmación inicial. El niño intenta “ajustar” su lectura a una de las escrituras (no sabemos si elige “atún” porque empieza con “a”) pero rápidamente el compañero afirma que debe empezar con “la be de barco”. Este compañero ya se encuentra en el nivel II, dado que toma en cuenta algunas letras de la escritura (en este caso, inicial y final) para anticipar dónde podrá decir “ballena”.