Nivel VI

Lee textos más extensos de diferentes géneros y puede localizar determinada información explícita, establecer algunas correferencias y realizar inferencias simples.

En una situación de lectura en la cual cada alumno cuenta con su propio ejemplar del cuento tradicional “Ricitos de Oro”, la maestra les pide que lean atentamente el cuento y respondan las preguntas que aparecen al final.

RICITOS DE ORO Y LOS TRES OSOS

Hace muchos, muchos años, Oso Grande, Oso Mediano y Oso Pequeño vivían en una casa del bosque. Una mañana, después de hacerse una sopa, salieron a esperar a que se enfriara.

Mientras paseaban, una niña se acercó a la casa, espió por la ventana y entró. Se llamaba Ricitos de Oro. Vio la sopa y probó la de Oso Grande, pero estaba muy caliente. Probó la de Oso Mediano, pero la encontró fría. Probó por último la de Oso Pequeño; le gustó y se la comió toda.

“Ahora quiero descansar”, pensó la niña al ver tres sillones. Entró en el sillón de Oso Grande perfectamente, pero se sentó tan fuerte que lo rompió. Subió entonces al segundo piso, donde estaban las recámaras. Estaba cansada… La cama grande era muy alta y la mediana muy baja. La pequeña era la que le servía, así que Ricitos de Oro se metió entre las sábanas y se quedó dormida.

Cuando volvieron los tres osos y vieron aquel desorden, se enojaron muchísimo.

–¿Quién ha probado mi sopa? –dijo Oso Mediano.

–¿Quién ha roto mi sillón? –gritó Oso Grande furioso.

Oso Pequeño vio entonces a Ricitos de Oro dormida y dijo, con una voz finita y chillona:

–¡Alguien se ha metido en mi cama!

En ese momento ella se despertó. Vio a los tres osos, se asustó, dio un salto y escapó por la ventana. A partir de ese día, tuvo más cuidado y nunca más se le ocurrió volver por allí.

¿Cómo era la voz de Oso Pequeño?
¿De qué diferentes maneras se nombra en el texto a Ricitos de Oro?
¿Por qué te parece que Ricitos de Oro habrá entrado a la casa del bosque?
Para responder estas preguntas es necesario desplegar diferentes estrategias lectoras.

La primera demanda solamente “barrer” el texto y encontrar la información que aparece explícita. La respuesta puede incluir la información textual –finita y chillona– o bien utilizar alguna expresión equivalente como, por ejemplo, “aguda”.

En la segunda, además de “barrer” el texto y encontrar determinados elementos, debe descubrir la correferencia existente entre ellos, en este caso los tres términos “Ricitos de Oro”, “la niña” y “ella”.

La respuesta a la tercera pregunta no está explicitada en el texto, razón por la cual es necesario recurrir a un procedimiento inferencial para realizar la tarea. Se trata de leer entre líneas, en este caso, imaginar cuál podría haber sido la motivación del personaje. Por ejemplo, sería aceptable que un alumno respondiera “porque vio que no había nadie”, “porque era traviesa”, o bien “porque tenía hambre”.