Recitado de los números y conteo de colecciones

Las situaciones que permiten observar el dominio de los alumnos sobre el recitado y el conteo requieren probablemente que el docente interactúe en forma individual con algunos de ellos. Esta indagación podrá permitirle obtener información valiosa para tomar decisiones acerca del recorrido de algunos alumnos en particular. En este sentido, se retoman algunas sugerencias ya planteadas en el documento Los niños, los maestros y los números (GCBA, 1994) que pueden resultar útiles a este propósito.

Pedir al alumno que recite (decirle que cuente) hasta aproximadamente 30. El maestro lo puede ayudar a continuar cada vez que sea necesario.

A partir de esta actividad se puede observar:

  • Hasta dónde el recitado es convencional, es decir, corresponde al ordende los números sin agregados ni omisiones.
  • Hasta dónde es estable, es decir, hasta dónde mantiene la misma secuencia aunque no sea la convencional, no la varía de un recitado a otro.
  • Cuáles son los errores recurrentes o las omisiones sistemáticas (después de un número terminado en 9, dice el nombre de un número redondo que no corresponde u otro número; después del 10, dice un nombre inventado como “dieciuno”; o al recitar la serie suele saltearse los números que inicie no terminen con siete y pasa del seis al ocho, del dieciséis al dieciocho, del sesenta al ochenta, etc.)
  • En caso de detención, si reinicia el recitado al decírsele el números iguiente. Por ejemplo algunos alumnos se detienen en 39, si se les dice 40, continúan hasta el 49, etc. Esto indica que lo que no saben aún es el nombre de las decenas.
El maestro prepara una colección de objetos idénticos y desplazables (chapitas, porotos, etc.) y propone: “¿Me podés decir cuántos objetos hay?”. La cantidad de objetos debe ser menor al máximo que el alumno sabe recitar.

En el caso de que el niño no diga o haga nada, se le puede decir: “Si querés, podés moverlos”. Si al contarlos no concluye con un número, preguntarle: “Entonces, ¿cuántos hay?”

Se puede observar si al preguntar “¿Cuántos hay...?” recurre al conteo, a una estimación global o responde de algún otro modo desvinculado de aspectos numéricos.

En el caso de que apele al conteo, habrá que observar el dominio:

  • de la sincronización entre los gestos (tomar los objetos, desplazarlos, señalarlos) y el recitado de los números (principio de adecuación única: establecimiento de una correspondencia término a término entre palabras- números y objetos);
  • de la organización del conteo (separación de los objetos ya contados de los que no, omisiones o repeticiones debidas o no al desplazamiento, etc.);
  • del principio cardinal (asignar a la colección el último número pronunciado): a la pregunta “¿Cuántos hay?”, el niño responde con el último número anunciado. Debe tenerse en cuenta que algunos chicos que poseen el principio de adecuación única, y al preguntarles “¿Cuántos hay?” responden repitiendo la secuencia completa utilizada para contar.
El maestro prepara una colección de aproximadamente 15 o 20 objetos y una caja vacía.

Pide al alumno: “Poné en esta caja X (objetos)”. La cantidad de objetos debe ser menor que el total de objetos presentados y menor a la que el niño pudo dominar en el ítem anterior. Si sobrepasa el número pedido (en dos númeroso más), el maestro interviene: “¿Te acordás de lo que te pedí? Tenés que poner en esta caja justo X (objetos).”

A partir de la actividad se puede observar si:

  • se detiene al término del conteo de X objetos declarando que ha terminado y logra cumplir con la consigna;
  • cuenta todos los objetos de la colección hasta que se acaban, sin detenerse en X objetos. De esta forma, aunque logra hacer corresponder un objeto a cada nombre de número enunciado, aún no logra controlar ese conteo para detenerse en el número que corresponde;
  • inicia el conteo de los objetos, percibe que se ha olvidado de lo que le pidieron y pregunta “¿Cuántos tenía que poner?”, y al señalárselo, logra hacerlo correctamente. En este caso, es capaz de reconocer que “necesita” detener el conteo antes de que se terminen los objetos.