Sintaxis oracional

Se trata de una propuesta para 4° o 5° grado en la que el docente da opciones a los alumnos para expandir la información incluida en las descripciones que hicieron de algunos personajes de Robin Hood.


El maestro toma algunos fragmentos de los retratos que los alumnos produjeron y los anota en tarjetas ampliando la información original.

Versión original Versiones expandidas
Marian vivía con la banda en el bosque. La bella y joven Marian vivía con la banda en el bosque.
La dulce Marian, la novia de Robin, vivía con la banda en el bosque.
La novia de Robin, Marian, vivía con la banda en el bosque.
La docente les solicita que observen cómo se expande la información vinculada con Marian en las tres versiones. Después del intercambio entre los alumnos sistematiza la información diciendo que en estos ejemplos se completó la información acerca del personaje por medio de artículos, sustantivos y adjetivos que constituyen construcciones sustantivas porque tienen como núcleo o elemento central un sustantivo: Marian.

Luego los alumnos reescriben sus textos tratando de incluir este tipo de construcciones para ampliar la descripción de sus personajes.
El docente retoma un fragmento de un cuento policial de Rodolfo Walsh, trabajado previamente en una secuencia de lectura de cuentos policiales, para reflexionar con los alumnos acerca del sujeto tácito.


Cuentos para tahúres


Salió nomás el diez, un cuatro y un seis cuando ya nadie lo creía. A mí qué me importaba, hacía rato que ya me habían dejado seco. Pero hubo un murmullo feo entre los jugadores acodados a la mesa del billar y los mirones que formaban rueda. Renato Flores palideció y se pasó el pañuelo a cuadros por la frente húmeda. Después juntó con pesado movimiento los billetes de la apuesta, los alisó uno a uno y, doblándolos en cuatro, a lo largo, los fue metiendo entre los dedos de la mano izquierda, donde quedaron como otra mano rugosa y sucia entrelazada perpendicularmente a la suya. Con estudiada lentitud puso los dados en el cubilete y empezó a sacudirlo. Un doble pliegue vertical le partía el entrecejo oscuro. Parecía barajar un problema que se le hacía cada vez más difícil. Por fin se encogió de hombros.
Después de leer el texto, el docente extrae algunas oraciones para que, en pequeños grupos, busquen los verbos y discutan para tratar de identificar los sujetos en cada una de ellas.

Renato Flores palideció y se pasó el pañuelo a cuadros por la frente húmeda.

Seguramente los alumnos señalarán los dos verbos de esta oración (predicado compuesto) y no tendrán dificultades para identificar el sujeto.
Luego propone discutir el siguiente ejemplo:

Después juntó con pesado movimiento los billetes de la apuesta, los alisó uno a uno y, doblándolos en cuatro, a lo largo, los fue metiendo entre los dedos de la mano izquierda, donde quedaron como otra mano rugosa y sucia entrelazada perpendicularmente a la suya.

Los alumnos comienzan identificando los verbos. El maestro puede llamar la atención acerca de la manera en que el autor describe minuciosamente acciones que podrían parecer triviales y qué efecto logra producir en el lector al lentificar de este modo el relato.

Pide luego que vean cuál es el sujeto. Habiendo leído el cuento, los alumnos no tendrán dudas en indicar que el sujeto es Renato Flores. El maestro pregunta cómo lo saben, ya que no aparece en este fragmento. A partir del ejemplo, introduce el concepto de sujeto tácito.

Les pide que continúen con la lectura del fragmento y vean si el personaje vuelve a ser nombrado o si fue posible mantener el sujeto tácito sin confundir al lector. Discuten, entonces, un nuevo ejemplo:

Me habían dejado seco.

El docente pregunta si se nombra el sujeto, si aparece anteriormente en el texto y si el verbo ofrece alguna pista para identificarlo. Luego sintetiza las opiniones de los alumnos señalando que, si bien en este texto no aparecen mencionados los otros jugadores, el lector puede suponer que se habla de ellos por el sentido de lo que se dice y por la persona verbal empleada.