Intervenciones con niños que producen escrituras diferenciadas

En el marco de un proyecto sobre animales que viven en zonas frías, los niños estaban escribiendo los nombres de partes del cuerpo de diferentes animales. El siguiente es un fragmento de registro en el que se revisa la escritura de la palabra “aleta”.



Docente: ¿Qué habían puesto acá? (COPULM).
Milagros: “Aleta”.
Docente: “Aleta”, muy bien. ¿Con cuál les parece que empieza “aleta”, Ivón?
Ivón: Con la “eme”.
Docente: ¿Con la “eme”? ¿De “mamá”?
Ivón: Sí.
Docente: Y vos Mili… “aleta”, ¿con cuál te parece que empieza?
Milagros: Con la de “papá”.
Docente: ¿Con la de “papá”? Bueno, yo les voy a contar una cosa. “Aleta” empieza como “Antonela”… A ver… vamos a ver si… (gira para mirar el panel de los nombres de los niños) como “Aldana”.
Niño: Empieza con la “a” (Desde otra mesa aporta esta información).
Docente: ¿Sí?
Otros: Sí.
Docente: ¿Con la “a”, “aleta”? Y ustedes ¿qué piensan? (a Mili y a Ivón).
Milagros: Que sí.
Docente: Que sí, ¿con la “a”? ¿Se acuerdan cuál era la “a”?
Milagros: La de “avión”.
Docente: La de “avión”. Andá, Milu, a fijarte y mostrársela a Ivón… andá, Ivón.
Niño: La de “árbol”. (Mili se acerca a un conjunto de carteles con imágenes y palabras. Señala A en ÁRBOL).
Docente: ¡Muy bien! La “a” de árbol. ¿Y con qué termina “aleta”?
Niño: Con la “a” de “árbol”.
Milagros: Con la “a” de “árbol”.
Docente: Otra vez. Fíjense si acá (COPULM) empezaron con la “a” y terminaron con la “a”… bueno, y a ver cómo lo arreglarían.
(Mili toma la goma y comienza a borrar el inicio de la palabra. La maestra se dirige a otra mesa. Las niñas escriben AOMEOA).
En los materiales de la Especialización docente de nivel superior - Alfabetización en la Unidad Pedagógica se realiza el siguiente análisis del ejemplo:

Observemos que la maestra no se propone que los chicos lleguen a producir la escritura convencional de “aleta” -esto estaría muy lejos de sus posibilidades en ese momento-, pero sí intenta que aprendan lo que están en condiciones de aprender.

Su primera intervención está focalizada en considerar el comienzo y el final de la palabra “aleta” porque entiende que esa información es la más accesible, tomando en cuenta el estado de conocimiento de esos alumnos sobre el sistema de escritura. Luego da información acerca de ese comienzo apelando a las iniciales de los nombres de dos niñas del grupo (Antonella y Aldana) que se encuentran en el panel de los nombres de los alumnos. En otro momento, la maestra pregunta si recuerdan cuál era la “a”. Mili responde “la de avión” y la docente le solicita que se la muestre a una compañera. Las niñas se dirigen a un banco de datos consistente en un conjunto de carteles con imágenes y palabras en el que Mili localiza la letra en cuestión.

Las dos últimas intervenciones son productivas para niños con diferentes estados de conocimiento y son posibles gracias a que se han instalado en el aula fuentes de información a las cuales todos los niños pueden recurrir cuando lo necesitan para producir una nueva escritura. En este caso, es la maestra la que sugiere acudir al panel de los nombres y al banco de datos con imágenes y las palabras correspondientes, pero progresivamente los niños se irán apropiando de esta estrategia y podrán acudir a ellos por sí mismos cuando lo necesiten. Contar con fuentes de datos es fundamental para garantizar la autonomía de los alumnos, ya que no dependen sólo del maestro cuando producen diferentes escrituras.