Intervenciones para contribuir a los avances de todos los niños

Tal como se señala en todos los materiales curriculares de la jurisdicción, leer es comprender, es construir el sentido del texto. Esta interacción entre el lector y el texto debe tener lugar tanto cuando los alumnos leen por sí mismos como cuando lo hacen a través del maestro. Esta última situación resulta clave con todos los niños: los que leen de manera convencional y los que todavía no lo hacen.

A continuación se transcriben breves ejemplos de intervenciones pertinentes en momentos de intercambio luego de la lectura a través del docente. En ellos puede observarse cómo se propicia el despliegue por parte de los alumnos de estrategias variadas que permiten construir el sentido de lo que se lee.


La intervención del docente es una tarea imprescindible que requiere, incluso, desafiar la capacidad de interpretación de sus alumnos. Pues ya no se trata de contar lo que se entendió de la historia, de reconstruir la sucesión de hechos narrada, sino que se trata de ir más allá. Por ejemplo, si los alumnos se divierten con las intervenciones de un personaje, el docente puede introducir alguna reflexión acerca de la forma graciosa en que el mismo habla: “¿por qué da risa lo que dice si no es gracioso lo que le está pasando?”. De este modo, los niños pueden reparar en las expresiones rimadas o en las muletillas y, al hacerlo, empezar a establecer relaciones que no están explícitas en el texto.

También se puede intentar que los niños “vuelvan al texto” para descubrir en él nuevos sentidos o nuevas formas de decir: “¿qué otras voces se escuchan en esta historia?”, “¿qué parte del cuento les hace pensar que este personaje va a ayudar a la princesa?”, “¡cuántas maneras encontró el autor para nombrar a la princesita!: la bella niña, la joven, ¿se acuerdan de otras?”.

Si se plantean diferencias de opinión acerca de las intencionalidades atribuidas a los personajes de una historia, por ejemplo, si unos niños opinan: “A mí me parece que la niña se hace la inocente porque después ella termina atrapando al vampiro”, mientras otros sostienen: “Yo creo que ella lo ataca en defensa propia...”, el docente puede intervenir destacando las diferencias de opinión e intentando que las mismas se fundamenten: “¿qué partes del cuento les darían pistas para saber cuál de los dos se acerca más a lo que el autor está contando?”. De este modo, se ayuda a los alumnos a reflexionar acerca de la estructura interna de un relato y a descubrir las pistas que siembra un autor en algunos rincones del escrito para que los lectores orienten sus interpretaciones en determinada dirección, a veces con la intención de sorprenderlos con un final supuestamente imprevisible que es parte del plan de una obra.